martes, 3 de abril de 2012

Nubes



Se queja el chaperío.
Empieza a desperezarse,
cuando le llegan los primeros rayos de sol.
Le duelen los veranos y los inviernos por igual,
no asi a los que se cobijan bajo el,
quienes saben bien la diferencia,
que se siente en los pies.

De a poco empieza a despertarse el monte,
y el bicherio bulle al empezar,
esa rutina arcaica, esa rutina de lo natural,
que hasta sus ancestros
repiten aun desde el mas alla.

Caras marcadas por la historia,
pieles curtidas por las heladas y los infiernos
palabras robadas por el progeso, 
que no puede doblegar aun su voluntad,
la misma que alienta a robarle horas al nuevo dia 
a robarle un poco de su paz.
 
Brisas del norte que refrescan el andar,
amaneceres dan gusto empezar.
 
Algunos se mueven certeros,
otros presurosos e inquietos,
pasos discretos, miradas cautas,
todo se mezcla cuando desde temprano 
se empieza a amasar la novedad,
cuando la voz se corre,
hasta los vientos soplan por necesidad,
y las palabras riegan esos arroyos,
se alimenta el sueño de golondrina
que quiere del que no se quiere despertar 
el que se quiere seguir soñando
todo el año, sin despertar.
 
Se saludan, se comparten sus manos,
se buscan sin miedos,
pero el encuentro tardara un poco mas,
es tiempo de herramientas y salir a transpirar,
ese encuentro tan ansiado,
era el que se les hacia desear,
hermanados algunos cantos,
se animan a despuntar. 

Y es un poco de ellos,
lo que te trae hasta aca
otro poco tal vez 
empujen las nubes al bajar,este cielo tan puro 
sigue incitando a empezar,
cada día de nuevo, 
regalando la misma oportunidad,
de sembrar con sudor la tierra,
de honrar al que no ha nacido,
de seguir queriendo transformar. 
de despertarte bajo esas chapas,
amaneciendo como un igual.

Amanecidos seran esos sueños 
para el que los quiera caminar. 

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